Entre píxeles y personas: ser profesor autista
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Hace poco cumplí cuarenta y dos años (la respuesta a todo en este universo) y pensé que, en vez de reflexionar sobre la vida personal, podría hacerlo sobre mi vida laboral (que, a esta altura, ya acepto que están entrelazadas totalmente).
Las evaluaciones docentes me dieron el punto de partida para esta reflexión. Aunque tenía una noción de lo que obtendría como retroalimentación, pues ya llevo cinco semestres en la universidad, nunca había reflexionado sobre los resultados. Hoy escribiré sobre propósito, empatía y autismo.
De los videojuegos a la docencia #
Como gamer noventero, quise estudiar computación porque quería crear videojuegos. Una motivación que suena sensata, pero que no encajaba el 2001 con la malla curricular ni con el contenido de la carrera. De hecho, lo pasé muy mal estudiando en Beauchef. Hay muchos motivos, no solo el que no haya encontrado en un comienzo lo que buscaba, también estaba la exigencia cruel y el no saber desenvolverme socialmente, al punto de sentirme aislado.
Intenté abandonar la carrera porque quería estudiar literatura. Mi padre me «convenció» de seguir estudiando y terminar la carrera. Dijo que «podría hacer la weá que quiera» una vez que esté titulado.
Un año después de eso tomé el curso de Computación Gráfica y por primera vez sentí que estaba en el lugar correcto. El motivo: el curso me entregó herramientas para crear mundos virtuales. Crear mundos virtuales, tres palabras que resumían todo lo que anhelaba. No era algo tan distinto a lo que buscaba en la literatura y se alineaba perfectamente con el deseo que yo tenía al estudiar.
Por cierto, el mismo semestre que tomé Gráfica conocí a la Pajarito. Así, no puedo evitar asociar el aprendizaje de Gráfica con el inicio de una nueva vida.
Al semestre siguiente se abrió un cupo para ser profesor auxiliar del curso. Esto es lo que en otras universidades se conoce como ayudante, aunque en Beauchef ese perfil es el de corrector(a/e). El rol de auxiliar implica enseñar y evaluar. Me pareció una buena manera de seguir vinculado al área y de aprender, así que decidí postular. Pensé que era algo natural para mí, porque soy hijo de profesores y siempre la educación fue un tema en la mesa.
Fui auxiliar de gráfica por casi tres años. Me enfrenté a muchas dificultades y no siempre lo hice bien, pero terminé satisfecho. Lo que más disfruté fue usar Python en el curso. Fue el primero del DCC que utilizó este lenguaje y, aunque a mucha gente no le gustó que me atreviera a hacerlo así (por muchas razones, particularmente su performance al ser un lenguaje interpretado), hoy Python es el lenguaje que más se utiliza en la enseñanza de computación, tanto en el DCC como en otros lugares. No me adjudico la causalidad de esto, por supuesto. Solo me alegra saber que mi propuesta terminó siendo una buena idea.
Lo que no resultó bien fue que en mi deslumbramiento por la gráfica, decidí desarrollar mi proyecto de título y mi tesis de magíster con una profesora con la que no trabajábamos bien. No tengo problemas con ella, simplemente teníamos visiones y objetivos distintos. Aun así, la experiencia fue valiosa durante mi doctorado, porque me permitió identificar que estaba en una situación similar y actuar acorde a ello al cambiar de profesor guía. Esa historia está relatada en mi libro AUTISTA TESISTA.
Durante el doctorado también hice clases, aunque de cursos más tradicionales como Algoritmos y Estructuras de datos. No fue una experiencia trascendental para mí, en tanto era una labor que debía realizar para retribuir la ayuda económica de la universidad y no sentía una vinculación especial con el curso. Lo quise hacer lo mejor posible y espero que haya sido así. En último caso, me permitió descubrir la diferencia entre enseñar algo que te apasiona y algo que no.
Mi propósito al enseñar Computación Gráfica como profesor de cátedra #
Años después del doctorado trabajé como profesor de cátedra en la Universidad del Desarrollo, donde me encargué de varios cursos. Sin embargo, al no existir la carrera de Ingeniería en Computación, tampoco existía Computación Gráfica.
El 2022, cuando ingresé a la Universidad de Chile, en la charla que se debe hacer para postular como profesor, indiqué que podría hacerme cargo de Computación Gráfica. Conté que había sido auxiliar y que me apasionaba el área, contando que tenía experiencia académica y profesional. Como ya es historia conocida, obtuve la plaza, pero desconozco si mi propuesta docente tuvo un rol importante en ello. Nunca lo sabré.
Gráfica fue el primer curso que dicté. Me sorprendió darme cuenta de que no consistía en el mismo curso de antes. De partida, la carrera era más corta y había cambios profundos en la malla curricular. Ahora se dictaba en tercer año, en el quinto semestre, en vez del quinto año.
El curso no era bien visto por les estudiantes, lo cual era comprensible puesto que la programación gráfica y muchos de sus conceptos son hardcore para tercer año. En Beauchef, en tercer año les estudiantes recién eligen especialidad (Computación, Industrias, Mecánica, etc.), puesto que los primeros cinco semestres son de Plan Común (Álgebra, Física, Cálculo, etc.). Entonces, la mayoría de elles ha tenido un único curso de programación a inicios de la carrera con una exposición a lo más básico de Python. Al llegar a Computación Gráfica se encuentran con un curso con múltiples lenguajes de programación (Python y GLSL), donde el manejo de recursos es crítico (tanto en su uso de memoria como en su traspaso entre distintas unidades de hardware) y donde se retoman conceptos matemáticos y abstractos que muches habían querido dejar atrás (como operaciones matriciales y ecuaciones diferenciales).
He dictado varios semestres en paralelo con Iván Sipirán, otro profesor del DCC, especializado en patrimonio digital y visión computacional. Iván compartió su material para que juntos reformemos el curso. Reorganizamos ejemplos de código, incluimos referencias a material que hiciera sentido a les estudiantes, explicamos aplicaciones concretas de los conceptos que les causaban rechazo o que les parecían teóricos exclusivamente y definimos evaluaciones acordes a los tiempos actuales. Aprendí mucho de Iván y su empatía por la persona detrás de cada estudiante. Es crucial la diferencia de considerarles como personas que desean aprender y no como clientes, como fue en mi anterior trabajo.
Estos años el curso también ha sido dictado por Patricio Inostroza y Nancy Hitschfeld (¡de hecho, fui auxiliar de Patricio y ayudante de Nancy!). Las conversaciones con ambes me han permitido aprovechar su experiencia para informar las acciones que estoy diseñando.
Personalmente, este proceso también fue un desafío a nivel conceptual. A diferencia de materias como Cálculo, Mecánica o Estructuras de datos, la enseñanza de gráfica ha cambiado radicalmente en los últimos veinte años. Antes los avances de hardware eran tales que entre una generación de consolas y la siguiente había cambios impresionantes. Cada año las películas con imágenes generadas por computadora incluían nuevos efectos y simulaciones físicas. Antes yo podía mostrar el making-of de Toy Story y a pesar de que habían pasado poco más de diez años, se sentía como algo innovador y fresco. Hoy, al mostrar ese documental, me doy cuenta de que los teléfonos que tiene cada estudiante son probablemente más potentes que las estaciones Silicon Graphics que se utilizaban en Pixar en ese entonces.
En ese contexto tomé las riendas del curso e hice un repositorio lleno de ejemplos para las distintas unidades. No fue algo que haya hecho solo. Fue un gran apoyo el material de Daniel Calderón, que dictó el curso en versiones anteriores con una cantidad de material práctico impresionante, y de Alonso Utreras, tesista de Nancy que quería proponer una nueva manera de enseñar gráfica. Fue interesante esto: Daniel tiene experiencia trabajando en C++ y tiene una empresa que desarrolla juegos, así que tiene un enfoque muy similar al que yo conocía del curso cuando se dictaba en quinto año. Programó muchos ejemplos entretenidos y potentes, pero tenían la dificultad de tener un nivel bajo de abstracción (muy «cerca del fierro» y con conceptos de programación avanzados) que contrastaba con el alto nivel que esperaban les estudiantes dada su experiencia y malla curricular. Eso era más difícil todavía para estudiantes que, quizás, no programaban hace dos años. Eso trabajamos con Alonso, que todavía no tenía claro cómo llevar a cabo su objetivo con el contenido actual del curso. Yo había explorado esa línea de trabajo y le propuse que estudiara la biblioteca pyglet
, que abstrae muchas dificultades de la programación gráfica. Alonso reimplementó muchos de los ejemplos de Daniel con un nivel mayor de abstracción y ese fue el punto de partida para el repositorio actual del curso. Alonso también dio clases invitadas sobre el uso de motores de videojuegos como Godot y Unreal Engine. Recomiendo Godot, es gratuito y abierto.
Recuerdo cuando hice el primer llamado para profesor auxiliar. A mi oficina llegó Joaquín Carreño, que había sido auxiliar del curso antes de mi llegada, pero que no había tenido una buena relación con el profesor con el que había trabajado (algo que, como he explicado, suele suceder y no es necesariamente malo). Entonces, aunque le interesaba enseñar, quería conocerme antes de postular. Pienso que se llevó una buena impresión, porque postuló y terminó trabajando cinco semestres conmigo. Quizás la primera impresión fue la clave, porque lo primero que dijo al entrar fue: «¿Profe, le gusta JoJo?» (tengo una figura de Joseph Joestar en un estante) y luego «¿Profe, le gusta Hunter?» (tengo un poster de Hisoka versus Chrollo Lucifer). Joaquín se graduó hace poco después de haber hecho su proyecto de título conmigo y haber realizado una estadía de investigación en el Barcelona Supercomputing Center con el equipo de Visualización Científica, en el que yo trabajé hace unos años. Él había sido parte del Centro de Alumnos del DCC y fue un buen puente de comunicación. Sabía entender a sus compañeres y relacionarse con elles. Aprendí mucho de su labor.
Sé que falta mucho por hacer. El siguiente paso es escribir un apunte del curso, incluyendo guías de ejercicios, y actualizar el programa de contenidos. Espero iniciar esos esfuerzos el 2025. De cualquier manera, me parece que los resultados han sido buenos hasta el momento. El año pasado, en las asambleas del paro estudiantil que hubo y que se prolongó por varias semanas, les estudiantes plantearon sus problemas con algunos cursos del DCC que tenían cargas de trabajo excesivas. Me alegró mucho escuchar que alguien dijo «Gráfica ya no tiene estos problemas».
En las encuestas docentes también he recibido comentarios positivos. Aquí hay algunos ejemplos (nota: los comentarios no han sido editados, excepto por formato en algunos casos):
Muy buena onda durante las clases, uno siempre se sentía comodo
Un curso muy entretenido y desafiante.
Muy presente en las clases, se notaba que había motivación y gusto por enseñar, lo que se contagia a los estudiantes
Destaco al profesor Eduardo Graells por dos cosas: 1) Por la calidad de sus presentaciones, pues en cada clase se notaba la preparación tanto por el material audiovisual como en la “forma” de explicar los contenidos del curso, muy didáctica. 2) Por su comprensión y escucha hacia sus alumnos en todo momento, brindando apoyo en los momentos donde presentábamos dificultades y velando por nuestro aprendizaje, considerando la alta complejidad de este curso. Excelente docente.
Realmente me gustó que el profe siempre relacionara lo técnico del curso con videojuegos o películas que frecuentemente conocíamos, además siempre fue comprensivo y estuvo dispuesto a dar más plazo para las tareas.
El profesor fue extremadamente comprensivo y flexible, escucho nuestras opiniones y busco soluciones de tal manera que se cumpliera con los plazos y objetivos del curso a la vez que satisfacía las necesidades del estudiantado
Muy buen profe, se nota el dominio en el tema y logra transmitirlo de muy buena forma. Quiero destacar también la flexibilidad y la comprensión hacia sus estudiantes. Cabe mencionar también que el material es muy bueno y bastante completo.
Me gusta que incite a los estudiantes, no todos los profesores dedican sus clases(catedras) a resolver ejercicios de preparación para controles/examen, normalmente esto ocurre por mano de los auxiliares en sus clases, fue muy bueno saber que el profesor está al tanto de nuestras preocupaciones, tanto que aplaza entregas y nos daba las herramientas necesarias para poder hacer tareas mucho más rapido y eficiente, contesta los correos sin atraso lo cual se agradece mucho.
¡Muy buen profesor y auxiliar! Aprendí mucho de las clases y del material entregado a lo largo del curso. Los ejemplos vistos y las conversaciones en clases fueron divertidas y dinámicas ¡Sin duda lo que más me gustó fueron los experimentos en clases con el auxiliar y la presentación final de la tarea 3!
También hay comentarios negativos. Aunque, en general, se deben a temas que seguimos trabajando. Han sido presentados con respeto, como el siguiente:
Las tareas podrían ser menos sobre desarrollar juegos y zorzales, y más sobre aplicaciones ingenieriles de la materia. El usar librerías obsoletas que carecen de mantención por parte de los desarrolladores debido a que quedaron opacadas por otras, lo encuentro poco útil para una aplicación real de los contenidos, mucho menos didáctico. Se debería buscar otras herramientas para aplicar la materia, quizás otro lenguaje, por sobre todo ya dejar atrás openGL y pyglet. Se agradece que exista un repositorio del curso, pero este pende de un hilo para que se puedan ejecutar los programas. El livecoding se basa más en tratar de buscar soluciones a los problemas que presenta el código, ya sea de no reconoce alguna librería, que hay alguna linea que hace conflicto, porque los códigos son frágiles, y estar más de diez minutos buscando algún error ajeno a la materia misma, que en la explicación de este mismo. Personalmente, prefiero un código ya funcionando y que la clase se base en explicarlo, o quizás llegar con el core del código ya listo y solamente hacer los detalles en aux.
Ahora bien, a veces los aspectos descritos como negativos (como usar OpenGL) no lo son realmente. El curso entrega los fundamentos, si aprendes OpenGL puedes aprender lo que sea después. ¡De hecho la API de WebGL es muy similar! Y sobre los zorzales, qué puedo decir, hago ejemplos con pajaritos (como la imagen al comienzo de este post).
Que entienda que el curso es una “introduccion” mucha gente en la que me incluyo no tenemos idea de muchas cosas de las que habla, cree que uno creció toda su vida hablando de hardware o biblitecas raras de python.
A veces no queda otra que tirarse al agua. Sí estoy de acuerdo en que el curso debe ser por lo menos de cuarto año (spoiler alert: estamos diseñando un cambio de malla) de modo que sí tengan más experiencia para trabajar con nuestras herramientas.
La gente deja de preguntar y asistir a clases cuando en las primeras clases cada vez que hacíamos una pregunta o respondíamos una pregunta de forma equivocada se nos hace sentir como ignorantes
Otras veces uno simplemente lo hace mal sin querer. Tengo cuidado en el trato con les estudiantes y estimo que se nota por los comentarios positivos que he recibido, pero puedo equivocarme también. O, en ocasiones, a veces simplemente les estudiantes esperan otra cosa. Yo siempre quiero mejorar y agradezco estos comentarios. Sin embargo, esto puede vincularse también con mi manera de ser. Vamos a la siguiente parte de la discusión.
Mirando al pasado: autismo, docencia y aprendizaje personal #
La transición desde la auxiliar a la cátedra no solo implicó un cambio de rol (o el paso del tiempo), sino también un proceso de autoconocimiento.
Como conté, Joaquín fue auxiliar por cinco semestres. Yo también lo fui cinco semestres. En ese entonces, quien había sido auxiliar antes que yo, Alfredo Cofré, también había sido auxiliar por harto tiempo (o al menos eso entiendo). Recuerdo que Alfredo tenía muchas clases y material disponible, y yo aproveché eso para enseñar. También utilicé los ejemplos que estaban en un sitio legendario llamado NeHe, que todavía existe, manteniendo su diseño dosmilero. En resumen, ser auxiliar fue una experiencia importante para mí que atesoro muchísimo y que me enseñó, entre otras cosas, que es parte de un legado, de una cadena de generación de conocimiento. Aunque hoy yo soy la cara más visible del curso, a él ha contribuido muchísima gente, como ya he mencionado. Al curso y a mi forma de enseñar y de relacionarme con les estudiantes.
Mientras revisaba las encuestas docentes este año descubrí que están disponibles desde 2002, incluso de antes que yo fuera profesor auxiliar del curso. Así que pude leer los comentarios de cada vez que hice clases. Primero, me di cuenta que los profesores con los que trabajé nunca me comentaron las encuestas. Segundo, encontré comentarios que me hicieron cuestionarme qué habría pasado de haber conocido sus contenidos, como los siguientes (nota: en algunos casos omití texto que no era relevante para esta discusión):
Finalmente tengo un comentario con respecto al auxiliar, el señor Eduardo Graells. La actitud del auxiliar, a lo largo del semestre, la encontré prepotente y soberbia, en particular con aquellas personas que no se mostraban fascinadas con el tema. El auxiliar debe comprender que no a todos les gusta el área de la computación gráfica y que solo lo toman porque deben tomarlo. […] Espero que este comentario le sirva para mejorar ese aspecto y ser un mejor auxiliar y mejor persona. Ojala que se tomen en cuenta estos comentarios. Los hice con el mayor de los respetos.
El auxiliar presenta un trato prepotente con los alumnos que no se muestran entusiasmados al máximo con su área. […] Debería tener en cuenta que no todos los alumnos estamos interesados en el área de la computación gráfica, y que, por lo mismo, no tiene mucho sentido tener la obligación de realizar proyectos tan complejos, dado que el curso en su presentación no alcanza dichos niveles de complejidad.
El auxiliar es una persona prepotente que piensa que todos saben lo mismo que él. No sirve para profesor.
No me parece la actitud con la que el auxiliar mira a los alumnos en menos, haciéndoles ver que todo es sencillo y que su trabajo se puede hacer en un rato y que tiene escaso valor.
Todo esto contradice lo que yo pensaba de mí y también mi postura sobre la empatía y el aprendizaje. ¿A qué se debe esa diferencia de percepción? ¿Realmente lo hice tan mal? No puedo saberlo. No puedo confiar en mis recuerdos (algo que también desarrollo en AUTISTA TESISTA), y esta es evidencia que no se puede negar.
Pienso que si hubiera conocido estos resultados me habría puesto a la defensiva y quizás no habría seguido haciendo clases. Mi historia sería muy diferente. De hecho, ya lo es, porque ahora comprendo que no fui un buen auxiliar. Afortunadamente, los caminos de la vida me llevaron en una dirección en la que, al menos, he hecho un buen trabajo como profesor de cátedra. A quien comentó «Espero que este comentario le sirva para mejorar ese aspecto y ser un mejor auxiliar y mejor persona» le agradezco su intención y la manera respetuosa de opinar sobre mi manera de enseñar en ese entonces. Yo, por mi parte, estoy en un camino de reflexión que me ha permitido mejorar. Espero seguir así.
Esta reflexión me lleva a examinar cómo mis rasgos autistas influyen en mi forma de enseñar. ¿Cuánto de esa actitud que se me criticó dependía de mi manera de expresarme? Utilizaré un comentario adicional para ejemplificar esta idea:
El auxiliar mantiene un trato displicente en las presentaciones de proyecto y algunas clases auxiliares. Se nota en su cara y en sus comentarios, de no ser asi deberia hacer el intento de tener una actitud mas acorde.
En el informe de diagnóstico de autismo, la neuropsicóloga que me evaluó comentó que pongo expresiones exageradas al escuchar a otras personas. Eso me llamó la atención, porque yo no siento que sea así. Desde la fecha de mi diagnóstico en adelante he tratado de modular bien las expresiones que hago (pues trato de enmascarar). Quizás lo que la persona menciona como «se nota en su cara» era, realmente, una reacción que la gente neurotípica calificaría como «exagerada» a pesar de que, simplemente, es mi cuerpo procesando la información que recibe.
Es cierto que debo ser empático como profesor y como persona. Trabajo en eso constantemente. No soy perfecto y me equivoco, pero así es el aprendizaje: nunca termina. Pero, también, ser neurodivergente me ha otorgado herramientas. Mi pasión por la computación gráfica y la atención al detalle me han permitido crear material didáctico. Mi propia experiencia como estudiante que se sintió fuera de lugar me ha motivado a crear un ambiente más inclusivo en el aula. ¿Lo he logrado? Solo puedo poner estas cartas sobre la mesa y dejar que mis estudiantes juzguen.
Visualización: subjetividad y técnica #
Cada semestre es una oportunidad para seguir mejorando, para encontrar nuevas formas de conectar con les estudiantes y para seguir creando espacios donde todes puedan aprender a su manera. También, cada curso nuevo que dicto lo es.
Una anécdota que cuento a veces es que, cuando me ofrecieron hacer un doctorado en Visualización de Información, pensé que podría ser muy similar a Gráfica, puesto que en ambas disciplinas el resultado principal son imágenes en la pantalla. Ciertamente estaba equivocado, y eso da para otro post, pero sí puedo comentar que amé la visualización y, de hecho, es a lo que dedico mi investigación. Por lo mismo, ahora también dicto el curso de visualización.
Como ejemplos de comentarios de la encuesta, aquí hay algunos comentarios positivos de la última edición del curso:
excelente profe y muy buen feedback, las clases fueron muy buenas
Material completo y claro de la materia presentada
Las clases son interactivas e interesantes
Buen docente, me siento comodx en sus clases.
Me han servido mucho sus historias de como es ser profesional y todos sus consejos c:
En lo personal me gustó mucho el curso, me gustó la dinámica de las clases y que fuera variada, con muchos ejemplos y participación de estudiantes. También me gustó el formato de evaluación y el recibir feedback tras cada iteración para poder mejorar el proyecto.
Incentiva el aprendizaje de buena manera.
Están bien, ¿no? Me alegra saber que hay satisfacción con el curso. Mi comentario favorito es el siguiente:
El profesor, muy muy muy simpático. Se nota que no sólo le pone empeño al curso, si no que le pone parte propia de su pasión. Es difícil explicarlo, no se siente como un curso cualquiera; más bien, se siente como si él nos estuviera mostrando una parte de sí mismo. Esto tiene la ventaja que el curso es muy bueno por todo el cariño y dedicación que hay por detrás. Estoy muy agradecido por haber pasado por el curso y por la buena onda
Me emocionó leer ese comentario. Reafirma mi propósito.
También hay comentarios «negativos», que pongo entre comillas porque más bien son retroalimentación muy útil para mí:
La rúbricas podrían ser un poco más específicas con lo que se pide. Al ver las presentaciones de otros compañeros se notaba que no todos entendíamos lo mismo, lo que claramente afecta la nota de evaluación.
En realidad, tuve la percepción de que para ciertas cosas primaba bastante la opinión/gusto del profe, por sobre otros aspectos que también pudiesen tener validez, en particular, en lo relacionado con la elección de gráficos. Puede que simplemente haya tenido una percepción errónea, pero de todas maneras lo comento.
¡Esto es cierto! La visualización es subjetiva, puesto que hay otra persona que hará uso de nuestro sistema/visualización/proyecto, pero sí tomo nota de que debe estar más claro el mecanismo de evaluación, que no parezca mayoritariamente una cosa de opinión o gusto.
Me faltó apoyo en la instalación y uso de la biblioteca AVES durante el semestre. Cápsulas prácticas de instalación (mas accesibles que la actual) y utilización de la biblioteca AVES serían una gran adición.
En este curso también hay un repositorio, llamado AVES. Y… es cierto que es complicado de instalar y usar. El punto a favor de su uso es que es código que hemos aplicado en proyectos de investigación aplicada y que estamos desarrollándolo junto a más investigadoras y estudiantes.
Me gustó mucho el ramo considero que es bastante completo e interesante. Quizás se podría modificar un poco la forma de hacer las clases para hacerlas más dinámicas.
Aquí también se observa la subjetividad de les estudiantes, puesto que hay comentarios que sí encuentran dinámicas las clases. A decir verdad, imagino que hay clases lateras y clases entretenidas, debe haber de todo. A veces debe ser cansador escucharme. Dudo que pueda encontrar un mecanismo que sea siempre motivante para todes. Lo seguiré buscando, de todas maneras.
Por supuesto, también hubo un comentario muy negativo:
- Llegaba tardes a clases
- Subia las rúbricas como una semana antes o menos
- Si no le gustaba tu proyecto era súper estricto con la evaluación, especialmente el mío que no era geoespaciado
- Responde súper mal las dudas por correo y se demora y a veces se olvida
- Librería AVES inentendible y sin documentación
- Clases malas, por eso casi nadie iba, no había buen flujo de ideas, era muy autor referente
- Obligaba a ir a las presentaciones de los demás, teniendo que restringirlo con poner un 4 de nota máxima
Realmente el peor electivo que jamás he tomado, no se lo recomiendo a nadie
A diferencia de los comentarios negativos de cuando fui auxiliar, hoy sí que puedo decir cómo reacciono ante este tipo de comentarios. Este refleja más resentimiento que una crítica constructiva y lo tomo desde esa perspectiva. He mejorado parte de mi enseñanza, y sigo buscando mejorar. He recibido comentarios positivos, evidencia de que sí hay avances. Por tanto, sí, asumo que hay un fracaso de mi parte al no lograr que alguien se haya sentido integrado en el curso y apoyado por mi enfoque, pero debemos recordar que el aprendizaje es bidireccional. Yo pongo de mi parte y la otra persona también debe hacerlo. Si es así, ambes aprendemos. Lamento la experiencia de este estudiante, pero esa experiencia también depende de sí misme. De hecho, he hablado de la empatía. Y, al igual que el aprendizaje, la empatía también debe ser bidireccional.
Para finalizar, me encanta cuando los comentarios «negativos» contienen respuestas como las siguientes:
Nada, me encantó el ramo!
Nada que mejorar, sólo arreglar las dependencias del repositorio :p
¡Estamos trabajando en ello! 🐦